Te contamos todo lo que ha pasado en el último capítulo de Juego de
Tronos y lo analizamos.
El gran momento, el más esperado
probablemente de la historia de la televisión, ha llegado a las 3.00 de la
madrugada del 20 de mayo de 2019. La fecha será recordada por haber puesto
punto y final a Juego de Tronos, que
tras 8 temporadas arrasando
alrededor del mundo ha terminado para siempre con un capítulo de una hora y
cuarto de duración que muchos fans han (hemos) visto de madrugada. Un momento
así lo merecía.
Pero ¿qué ha pasado en el último capítulo de Juego de Tronos? A
continuación, te lo contamos. Pero antes es preciso dejar claro que ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS.
Si no has visto el último episodio o no has visto el resto de la serie, mejor
que dejes de leer aquí.
Cómo termina Juego de Tronos
El quinto episodio de la octava temporada acaba con Desembarco del Rey
completamente arrasada después de que Daenerys y su dragón sometiesen a fuego
la ciudad. El sexto y último episodio comienza entre las ruinas de la ciudad, y
con un enfadado Tyrion buscando a sus hermanos. Los encuentra sepultados entre
decenas de piedras, confirmándose la muerte de Cersei y de Jamie. La escena en
la que aparecen los cadáveres prácticamente abrazados en muy shakesperiana.
Este hecho lleva a Tyrion a
dimitir como mano de la Reina Daenerys,
que arenga a sus huestes de Inmaculados para que no bajen la guardia porque la
guerra, dice, no ha terminado. La dimisión le cuesta a Tyrion ser encarcelado.
Será visitado por Jon Nieve, a quien advierte que esa guerra que Daenerys
todavía no ha terminado probablemente será contra él, legítimo heredero del
Trono de Hierro. Pero Jon se muestra leal a su amada Reina, aunque entre la
charla con Tyrion y la que mantiene con sus hermanas, Arya y Sansa, termina por
comprender que Daenerys puede que no sea la candidata ideal para poner fin a la
violencia que ha desangrado los Siete Reinos.
Qué pasa con Daenerys en el último capítulo de Juego de Tronos
La Reina Daenerys contempla el Trono que tantas vidas le ha costado conseguir. Lo hace con cara de satisfacción. También con cara de loca, haciendo honor a su estirpe. Allí, en el Salón del Trono, mantendrá una breve discusión con Jon Nieve, quien recrimina a la Reina que a pesar de haber ganado la guerra, siga fusilando a quienes fueron leales a Cersei. Es entonces cuando Daenerys demuestra a Jon que gobernará con puño de hierro para conseguir su propósito de vivir en paz. Algo tan incompatible como le han dicho ya Tyrion y sus hermanas. Pero Jon está enamorado, y lo demuestra con un beso de película a Daenerys que nos ha hecho pensar por momentos que este hombre había perdido el norte…
Pero, una vez más, la serie nos ha vuelto a sorprender con un giro inesperado que acaba con la vida de Daenerys. Su dragón se venga de la muerte abrasando y derritiendo el Trono de Hierro que tantas vidas ha costado, en lo que puede leerse como un castigo a Jon (del tipo «tú tampoco ocuparás el Trono») o como la eliminación del elemento que se ha llevado por delante la paz de los Siete Reinos (algo así como «muerto el perro, se acabó la rabia»). El dragón se lleva el cuerpo de la Reina, poniendo punto y final a su controvertida existencia.
¿Quién ocupa el Trono de Hierro en el último capítulo de Juego de
Tronos?
Ya sin Daenerys, toca encontrar a
un rey o reina para el inexistente Trono de Hierro. Reunidos los más poderosos,
debaten acerca de quién es idóneo para ocupar el puesto. El debate cuenta con
Tyrion, que una vez más se demuestra como el personaje capaz de poner orden
entre tanto desconcierto. Aunque entre las propuestas de los presentes, la de Samwell
Tarly de apostar por un sistema democrático no es ninguna locura a los ojos de
la actualidad, aunque en la reunión despierta risas. El debate acaba cuando
Tyrion propone a Bran Stark como Rey
en el Norte. Sustenta su tesis en que el chico tiene una historia épica detrás:
la de un niño que se queda parapléjico y supera sus limitaciones físicas
traspasando el Muro en la distancia a través del Cuervo de Tres Ojos.
La teoría convence a los
presentes, que no dudan en dar su apoyo a Bran. Solo Sansa se muestra reacia,
tal vez por proteger a su hermano, pero finalmente acepta el nombramiento. La
escena termina con Bran nombrando Mano a
Tyrion, que ve así extinta su pena por ‘conspirar’ contra Daenerys al
tratar de salvar a sus hermanos. Gusano Gris, que sigue siendo fiel a su Reina,
parece terminar convenciéndose de la necesidad de pasar página. Se les ofrecen
tierras para que formen su propia casa, como forma de compensarlos.
¿Qué pasará con Arya, Sansa y Jon Nieve?
El acuerdo para nombrar a Bran Rey en el Norte también incluye mantener independiente Invernalia, de manera que el joven Stark gobernará únicamente seis reinos. Sansa se mantiene, por tanto, como Reina de Invernalia. Por su parte, Arya decide embarcarse con su propia flota para explorar los límites de Poniente. Y Jon Nieve es condenado de por vida a volver a la Guardia de la Noche, a no tener descendencia y a vivir como el bastardo que es. Todo sea por la paz: a pesar de ser el legítimo heredero y de haber asesinado a Daenerys para preservar la paz y proteger a su pueblo, carga con las culpas y las acepta por el bien de los demás. Su personaje acaba a la altura de lo que ha sido durante toda la serie: se sacrifica por el pueblo. Un verdadero líder.
¿Y la descendencia de Bran? El chico no podrá tener hijos, de manera que se acuerda que a su muerte volverán a reunirse los Señores para decidir quién deberá gobernar de nuevo. Es una peculiar instauración de la democracia en los Seis Reinos, a pesar de que sea por sufragio limitado a una serie de nombres. Parece que nunca más volverá a reinar alguien nacido de rey, salvo que así se haya pactado entre los Reinos.