Empezar bien el día determinará tus próximas 24 horas. Estos consejos
te ayudarán a enfocarte en lo importante y a culminar con éxito tus proyectos
(sí, incluso podrás aprobar ese maldito examen).
Existen claves para empezar bien el día y no atraparse entre prisas, tareas y preocupaciones. Al menos eso piensan casi 300 personas que han alcanzado el éxito en diversas áreas, y que han compartido sus trucos para enfocarse en lo importante y dejar a un lado chorradas que solo roban tiempo y energía. Apunta:
1. Madruga
Empezamos mal, ¿verdad? Pero parece ser que el éxito está relacionado con la hora a la que nos levantamos. La mayoría de las personas que cumplen sus objetivos se levantan, en promedio, a las 6.27 de la mañana. Eso sí, el consejo que dan es que experimentemos con la hora hasta dar con la que mejor se adapta tanto a nuestras necesidades como a nuestra forma de ser. Porque madrugar para nada, es tontería.
2. Recarga tu energía
Quienes nos levantamos con la hora pegada al culo apenas tenemos tiempo para nada, lo que genera estrés desde primera hora de la mañana. Pero una buena planificación matinal nos ayudará a relajarnos: basta levantarse un poco antes de lo habitual y tendremos tiempo para meditar, hacer deporte o leer (o comprobar nuestras redes sociales).
La recarga de energía también puede hacerse en tu entorno: airea tu casa, recoge algo de tu habitación o dedica un rato a mirar por la ventana y apreciar el nuevo día.
3. Rutina de viaje
Cuando estamos de viaje, obviamente nuestras rutinas cambian. Pero no es necesario romper con nuestros hábitos por completo. Si acostumbras a hacer deporte por la mañana, ¿por qué no haces lo mismo cuando estés en un hotel? No vale la excusa de «es que mi hotel no tiene gimnasio»: hay muchos ejercicios que puedes hacer sin material y en cualquier lugar.
Esto sirve también para la alimentación: a menudo desayunamos mal cuando estamos fuera, ya sea porque en nuestro alojamiento nos cuidan demasiado bien o porque no tenemos derecho a desayuno y, en fin, las cafeterías están cerradas. Si lo planificas bien, podrás ir a un supermercado y comprar tus alimentos habituales. No hay excusas.
4. Perdónate
Vale, todos podemos cometer errores y es posible que esos planes matutinos que te has propuesto no puedas cumplirlos. Lo primero que debes hacer es asumir que eso puede ocurrir… y que ocurrirá. Así que perdónate: hay variables que no controlas y siempre pueden surgir imprevistos (sí, quedarse sobado después de haber oído el despertador es lo más normal del mundo -si te pasa una vez-).
Si un día las cosas no salen como estaba planificado, no dudes en intentarlo de nuevo al día siguiente. Por saltarte un día de gimnasio no te va a pasar nada, simplemente puedes ir mañana con normalidad. Dentro de unos meses ni te acordarás de que hubo un día que no pudiste hacer tu rutina porque te quedaste en la cama más tiempo… O sí, depende de lo que estuviera pasando en esa cama.
5. ¡Duerme!
Los maratones de Netflix están muy bien, pero necesitas descansar de manera ordenada para rendir al día siguiente. Así que vence tus instintos, confórmate con un par de capítulos y vete a la cama a tu hora habitual.
Recuerda que hay que dormir un mínimo de 6 horas y un máximo de 10, siendo 8 la duración óptima para mantener una buena salud. No dormir lo suficiente está relacionado con diversas enfermedades, y además ponen en jaque tus defensas.
También te impide recuperar el cuerpo y la mente después de un duro día de estudios, trabajo, ejercicio o diversión. Si eres capaz de dedicar al sueño el tiempo que merece, tus días serán más útiles en todos los sentidos.
Fuente | The New York Times
Imagen Portada | Pixabay