Capitana Marvel ya está aquí. Mucho tiempo ha pasado desde que Kevin Feige anunciase su realización cuando presentó el planteamiento de la fase 3 del UCM (Universo Cinematográfico de Marvel). La misma exposición estuvo rodeada de aplausos al saber que iba a ser Carol Danvers la heroína de la primera película en solitario protagonizada por una mujer en esta franquicia. Sin embargo, en los últimos meses esta cinta ha estado envuelta en una polémica que no ha beneficiado a su imagen catalogándola de “panfleto feminista”  o “la que destrozará a todo el UCM por una intromisión muy forzada”. Toca discutir acerca de este tema, como de otros tantos, en esta crítica ¿Empezamos?

Brie Larson como Capitana Marvel es fantástica. Conforme avanza la película va ganando una mayor perspectiva con su personaje, siendo capaz de desenvolverse desde el primer minuto sin ningún tipo de problema pero, como es costumbre en las películas de origen de esta franquicia, cuesta adaptarse a su personaje recién llegado (dato que sucedió tanto con Capitán América como con Thor tiempo atrás). Sin querer entrar en mayores detalles, el personaje de Carol termina resultando convincente, quizás no al nivel de Robert Downey Jr. o de Benedict Cumberbatch, pero es perfectamente equiparable a otros tantos de la plantilla de los Vengadores.

Pero vamos con la duda que ha removido cielo y tierra en los foros de Internet: ¿Es Capitana Marvel es un panfleto feminista? No, sinceramente no. Aun habiendo deteriorado con mala fe lo que era y lo que significa un “panfleto” en la comunicación, esta película no refleja la supuesta conducta de la que se la ha tildado. Carol Danvers no es un personaje metido con calzador, posee su propia explicación como nos tiene acostumbrados Marvel. Que no sonría en los carteles publicitarios no supone que sea un “mal personaje”. Y aún haciéndolo, ¿qué problema hay? Nos maravillan personajes como Batman o como Rorschach mostrando una seriedad digna de estudio, entonces… ¿qué problema habría en qué lo haga también una mujer? Aún así, Capitana Marvel es mucho más que lo que se muestra en su publicidad (la cual ha invitado al debate pero que despeja todo tipo de dudas viendo la misma película).

Dejando a un lado cualquier tipo de polémica, su reparto es estelar. Destacando las figuras de Samuel L. Jackson y de Ben Mendelsohn. La química que se genera entre Carol Danvers y Nick Fury es muy atractiva desde que se conocen y se refleja en cada una de sus escenas al transmitir un grandísimo feedback entre ambos personajes. Cada intercambio de diálogos entre ellos recuerda a secuencias de clásicos como Pulp Fiction o Men In Black.  

La película gira en torno a dos conflictos: uno externo, con la disputa entre los Skrull y los Kree, y uno interno, sobre el que Carol tendrá que aprender qué significa ser una auténtica heroína. Este último está bien desarrollado, pero el conflicto externo es el que puede llegar a generar una división de opiniones debido a cómo se ha querido enfocar la guerra entre estas razas. Sin querer entrar en spoilers, si sois fans de la enemistad que se ha forjado en los cómics entre estos dos bandos, puede que salgáis de la sala de cine con un sabor agridulce; pero, si sois poco experimentados en dicha disputa comiquera como yo, el debate que se plantea es probable que sea de los aspectos que más os gusten de la cinta.

Aún así, Capitana Marvel tiene distintos defectos que no la convierten en una de las mejores películas de su universo cinematográfico. Entre estos, que no tenga un villano memorable como si tuvimos en la reciente Black Panther y su particular Killmonguer o en Iron Man con Obadiah Stane, por ejemplo. Su banda sonora no invita a escucharse en solitario ya que, a excepción de algunos temas bastante parecidos a la saga Mass Effect, no posee temas notables e icónicos que identifiquemos con rapidez.

Pero, como creo que es obvio, sus virtudes vencen a sus ligeros defectos que no la hacen ser menos increíble de lo que ya es. Sus efectos visuales son de lo mejor que llevamos del año. A excepción de determinadas escenas en las que se nota el CGI implantando, el equipo de Marvel ha hecho un magnífico trabajo en el rejuvenecimiento de los personajes de Nick Fury o de Phil Coulson (con una técnica mejor llevada que lo que ya vimos en Civil War con un joven Tony Stark). Su diseño de producción, al igual que su vestuario y su maquillaje son muy notables, ofreciéndonos espacios sumamente creíbles y una puesta en escena que atrapa al espectador. El haber ambientado esta película en los noventa no es sólo un buen espacio para que su trama se desarrolle, pues sirve también para que nosotros mismos, como habituales seguidores de dicha época, tengamos particulares referencias que compartiríamos con nuestro Capitán América con su “yo entendí esa referencia”. Marvel sabe que su película se dirige a un amplio público, por eso es un Blockbuster, pero también conoce de sobra los elementos que sobresaltan a los “frikis” de aquellos años.

En términos generales, Capitana Marvel es una película digna. No es ni la mejor ni la peor de su género. Pero tampoco aspira a ello. Sabe contar una historia que introduce al personaje de Brie Larson de buena forma y que deja con ganas de más de cara al inminente estreno de Avengers: Endgame. Es un largometraje más que se suma al gran abanico que tiene ya su universo de películas, pero que guarda un especial mensaje alejado de cualquier tipo de estereotipos con los que hemos podido crecer y/o madurar. Sirve, y servirá, como fuente de inspiración, que no de imposición, para muchas niñas y niños que quieran ser tan fuertes como Carol, que quieran levantarse tras haberse caído al igual que hizo ella. Este discurso ya lo hemos visto en personajes como Steve Rogers, pero con Capitana Marvel el espectro se amplía aún más. Porque sí, es cierto que ya hemos tenido cómics de mujeres poderosas e independientes. Y sí, ya hay películas en las que el papel de la mujer ha sido feminista como Wonder Woman o El Quinto Elemento, pero nunca está de más recordar que ellas son fuertes, independientes, autosuficientes, valientes y con una capacidad de superación que deberíamos tener siempre en cuenta.