Creerás que no es posible, pero estos hacks te permitirán aprobar los exámenes o ser la envidia de tu trabajo (además de evitar distracciones y aumentar tu productividad). Por cierto: son fáciles.
¿Cómo evitar distracciones y conseguir ponerse a estudiar? ¿Cómo se puede aumentar la productividad y rendir más en el trabajo? Tal vez sean las preguntas del millón, pero existen sencillos trucos para conseguirlo: basta con adaptar algunas de las cosas que ya hacemos cada día. Si no te lo crees, apunta:
1) Nada más levantarte, haz algo que te guste
Comenzar el día dedicándote algo de tiempo es la base para mejorar la productividad. Puede ser hacer deporte, meditar, leer o chatear con una persona que pueda alegrar tu mañana (si no está sobando). Esto te permitirá empezar el día con alegría, que aunque suena a programa infantil de los 90, en realidad es la base para afrontar tanto el trabajo como los estudios con positividad. Y la positividad permite evitar distracciones y aumentar la productividad.
2) Establece prioridades
¿Eres de esas personas que picotean entre apuntes de distintas asignaturas o acumulan tareas en el trabajo y al final no acaban nada? Welcome to my world, pero tiene solución: priorizar. Lo primero que debes hacer es elaborar una lista de tareas que incluya absolutamente todo lo que tienes que hacer a corto plazo (no vale meter «comprarse una casa» o «viajar por el mundo» aquí, ¿ok?).
Una vez la tengas, busca entre 3 y 5 tareas que debas realizar hoy y escríbelas en una nueva lista por orden de importancia (las más importantes primero) o de dificultad (las más complicadas o las que más te aburren deberían ir primero, así te las quitas de encima cuanto antes y liberas tu mente y tu tiempo para otras cosas).
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Por cierto, entre una tarea y otra, desconecta brevemente, pero sin enredarte en una nueva partida de Fortnite (lo sé, es complicado…). En serio: esto es la clave para evitar distracciones y aumentar la productividad.
3) Come bien
Es obvio: cuanto mejor sea tu alimentación, mayor será tu productividad. Los expertos recomiendan hacer cinco comidas diarias, cada una con sus propias características (aquí puedes ver cómo tienen que ser). Esto te permitirá mantener a tono tus niveles de glucosa, que el cerebro utiliza como combustible.
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Si además escoges alimentos ricos en proteínas y con alto contenido en fibra, mantendrás la energía durante más tiempo. Recuerda no abusar del azúcar ni de los alimentos ricos en grasas y dedicar el tiempo necesario a cada comida, ya que eso te permite hacer pausas y recuperar fuerzas. ¡Evita picar entre horas!
4) Haz deporte
Exacto: el deporte es básico para ser una persona productiva. En primer lugar, porque te permite descargar estrés, conocer gente, divertirte y estar en forma, lo que mejora tu capacidad de concentración y te convierte en alguien capaz de perseguir objetivos. Es importante que practiques un deporte que te guste y que encaje con tus propias características físicas (¡no te pongas a correr si te duelen las rodillas!). Hay tantos deportes como personas, así que saber qué deporte practicar dependerá de muchos factores.
Si quieres ir al grano, valora apuntarte al gimnasio, donde podrás realizar diversas actividades según tus objetivos, que además podrán ser evaluados por profesionales. Puedes complementar tu actividad física con pequeños cambios en tus rutinas para entrenar sin darte cuenta: utiliza las escaleras en lugar del ascensor, trata de caminar en lugar de optar por el coche o el autobús, no te olvides de la bici para desplazamientos intermedios y deja a un lado la pereza, porque un maratón de series en Netflix mola, pero salir a correr con amigos también puede ser divertido. Y, sobre todo, te ayudará a evitar distracciones y aumentar la productividad cuando te pongas a estudiar.
5) Mentalízate
¿Sabías que puedes hackear tu cerebro? Hay expertos que aseguran que si te mentalizas de algo antes de dormir, tu cerebro se encargará de asimilarlo mientras descansas sin darte cuenta. Por eso recomiendan que antes de irte a la cama pienses en un objetivo que quieras cumplir al día siguiente, como hacer ese trabajo que se te atraganta, estudiar un tema más o enviar por fin ese correo que te ha pedido tu jefa (desde hace un mes…). Visualízate haciéndolo y luego disfruta de tus horas de sueño. Al levantarte, tendrás un subidón de energía y ganas para hacer realidad tu sueño…
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Por cierto, olvídate de móviles y tablets al menos una hora antes de irte a dormir. Dicen que la luz de las pantallas puede perjudicar la calidad del sueño. Sí, es difícil resistirse a ese último repaso a Instagram… pero probablemente puede esperar a mañana.
6) Duerme bien
Capitán Obvious al rescate… pero a veces nos olvidamos de dormir bien. Los humanos necesitan entre un mínimo de 6 y un máximo de 10 horas de sueño al día. La media recomendada es de 8 horas, como seguramente te ha dicho tu abuela. Hazle caso, aunque sea por evitar tener que chutarte cafeína en vena al día siguiente para una maratoniana sesión de clases…
(Nota: dormir 8 horas no te asegura no quedarte sopa ante tu profe, eso está más relacionad con lo coñaaaazo que es su clase. Pero al menos habrás dormido como mereces y estarás cerca de evitar distracciones y aumentar la productividad).
Extra: silencia el móvil
Deja que hablen entre ellos: cuando estés haciendo algo importante, no tengas miedo de silenciar tu móvil. Tal vez pases a ser la persona más borde del grupo, pero también serás la que cumpla sus objetivos. Seguro que mola, así que por probar no se pierde nada.
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Vía | FastCompany
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