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‘Spider-Man: Lejos de casa’, la gran sorpresa que nos guardaba Marvel
La fiebre de ‘Vengadores Endgame’ aún no ha acabado y ‘Spider-Man: Lejos de casa’ sirve para hacer hincapié en que Marvel Studios aún tiene muchas historias por contar y sorpresas que desvelar. Después del acontecimiento cinematográfico del año era complicado sacar adelante un proyecto que iba a terminar siendo comparado, de una manera o de otra, con su cinta anterior (al igual que sucedía con ‘Ant-Man y la Avispa’ tras el fenómeno de ‘Infinity War’). Sin embargo, la última película del trepamuros ha sido una grata sorpresa que deja con un sabor increíblemente dulce y que corona a Tom Holland como el Peter Parker/Spider-Man que merecíamos.
Spider-Man por fin se luce
No nos engañemos, en ‘Spider-Man Homecoming’ su papel como el amigo y vecino era divertido, pero no terminaba de calar de forma tan profunda como sí que había hecho Tobey Maguire en la trilogía de Sam Raimi ¿Por qué? Porque necesitaba más momentos para lucirse sólo y sin la ayuda de ningún otro superhéroe. En aventuras corales ya le habíamos visto luciéndose de lo lindo con una armadura (licencia Stark) que nos cortaba la respiración, pero le faltaba ese “algo” que terminase de asentarle en el plano individual. Eso mismo consigue esta cinta dotándole de un plano más cercano, heroico, épico y tridimensional que lo visto en ‘Homecoming’ (que con el tiempo ha terminado madurando soberanamente bien).
Más allá del trepamuros, que por algo es el héroe y protagonista de la cinta, brilla especialmente la relación que comparte con MJ. Sí, esa MJ que nos dejó con una mandíbula descolocada cuando descubrimos su nombre y que terminaría siendo el interés amoroso de Peter en esta segunda entrega. Por suerte, Zendaya termina haciendo de su Michelle Jones una personaje con personalidad propia que, aunque no se parezca muchísimo a la MJ de los cómics (por ahora), traslada una visión más apegada a una chica jovial y extraña, pero que conecta muy bien con Peter. En un principio su relación puede sentirse algo forzada, pero la química que une a ambos es quizás lo más divertido de la película y termina resultando entrañable. Ambos personajes tienen una proyección muy a tener en cuenta y si Marvel se comporta bien con ellos, podemos llegar a tener una de las mejores parejas representadas en la gran pantalla.
Un villano a la altura de las circunstancias
“A los grandes hombres del mundo siempre los han definido sus enemigos”. Esta era una de las grandísimas frases que recitaba Lex Luthor en ‘Smallville’; y es una frase que se puede trasladar perfectamente al planteamiento de ‘Lejos de casa’ con Mysterio. Un villano que no tiene una única escena memorable que nos hace saltar de los asientos, sino que termina siendo una personalidad que deja huella en Spider-Man al nivel que otros tantos que muchos hemos alabado como Norman Osborn en ‘Spider-Man’ o Doc Ock en ‘Spider-Man 2’. Villanos que no sólo producen problemas al héroe, sino que los efectos que les generan son mucho más potentes que una mera batalla cuerpo a cuerpo (que también es importante). El papel de Jake Gylllenhaal es de lo mejor de la cinta al representar de una manera más que fidedigna al enemigo del trepamuros; siendo capaz incluso de generar una repreentación muchísimo más espectacular y única que lo visto en los cómics. La mayoría de películas que adaptan historias o personajes no terminan de convencer tanto como las obras de las que proceden, sin embargo con este villano se rompe esta dinámica gracias a las posiblidades que brinda el cine.
Desde sus comienzos el cine ha sido un espectáculo, una feria de atracciones capaz de hacer ver a los espectadores lo que ellos mismos querían ver, sorprendiendo al mostrarles algo único y sensacional plagado de efectos espectaculares. El papel de Mysterio reúne lo mejor de ambos mundos, el del cómic y el del cine, dando como resultado un villano sobresaliente que regala una secuencias que quedarán entre las mejores escenas de todo el UCM.
En términos generales ‘Spider-Man: Lejos de casa’ refleja una mayor soltura que ‘Homecoming’ y proyecta una visión de futuro para el trepamuros que esperemos que se saque partido. No tiene apenas defectos que lastren su historia, ni peros que entorpezcan su planteamiento. Es un cierre prácticamente perfecto para la Fase 3 de su universo y un grandísimo punto de partida para una nueva que estamos seguros que tendrá mucho que demostrar. No termina siendo la mejor cinta de Spider-Man, pero desde luego se posiciona entre las mejores y nos deja con secuencias que repetiremos una y otra vez cuando la película se estrene en formato doméstico. Ah, y por cierto, no olvidéis quedaros en la butaca durante los créditos porque hay dos escenas que te dejarán sin aliento y que darán mucho de qué hablar.
- Lo mejor: Spider-Man, con todas sus letras. La representación de Mysterio siendo incluso superior a la de los cómics. Los efectos especiales que en ningún momento se sienten precipitados y que incluso llegan al nivel místico de ‘Doctor Strange’
- Lo peor: Algunas bromas mal ubicadas. Un primer acto que le cuesta ligeramente arrancar
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